Estudio y agradables conversaciones (Severus Snape)

La jornada de clases había sido bastante ajetreada y sencillamente aunque no me ha costado quitarme las tareas de en medio aún me quedaba ir a la biblioteca a consultar varios libros de transformaciones y quidditch por mera curiosidad ya que aunque mi hermano ha comenzado su carrera profesional me había pedido una lista de jugadas famosas poco practicadas para el poder usar en el campo, cosa que a mi no me importaba hacer con tal de conseguir entradas gratis a mis amigos ya que a mi me gustaba llevarlos a disfrutar y así luego poder conocer mas a fondo los equipos y por que no pasar un buen rato con las personas que me importan.

Caminaba a paso ligero por los pasillos, sencillamente alejándome de la multitud para poder llegar lo mas rápido posible a mi destino y poder concentrarme en lo que tenía que hacer sin distracciones ni miramientos y así luego poder dedicarme a una de las cosas que mas suelo hacer,defender a los míos en un idioma que solo yo conocía y que me resultaba divertido a las reacciones de los demás.

Una vez dentro de la biblioteca comencé a caminar por los pasillos seleccionando los libros que mas me interesaban o que mas me convenían para poder realizar aquella amena tarea que se me ha encomendado y que seguramente yo podía aprovechar también, cuando de pronto mis ojos se posaron en el rostro del que una vez estuvo tan unido a mi mejor amiga -Vaya, Severus esto si que es una coincidencia- Le sonreí con cordialidad ya que antes me caía bien pero a raíz de lo que Lils me contó me mostraba cordial con él ya que a mi ante todo me han inculcado respeto por cualquier persona de mi entorno que mereciese la pena.

Aquella tarde Severus se había ido a refugiar a la biblioteca como de costumbre, no le gustaba estar en la sala común de Slytherin oyendo como las serpientes contaban a diestra y siniestra cuantos maleficios habían lanzado en nombre del señor tenebroso, pues aunque era un deleite para el pelinegro escuchar las hazañas que se lanzaban en contra de los impuros, oír a Lestrange, Malfoy y las Black no era la mejor opción para aquella tarde. Se había dirigido a la biblioteca porque bien sabía que ahí era el único lugar donde James y sus compinches no lo molestarían, ya que, dedicaban su tiempo a lucirse por el castillo, desbordando arrogancia en cada lugar que pisaban.

Severus tomo entre sus manos dos tomos de pociones, sus habilidades en aquel tema eran evidentes y le gustaba adentrarse en cada poción nueva que encontraba. Paso las páginas y llegando a la poción de Felix Felicis se detuvo y con gran interés de adentro de la lectura. Recordó como Slughorn mencionaba constantemente lo difícil que era llevar a cabo su preparación y al pasar las palabras notaba que ese maestro bonachón tenía razón, pues los ingredientes eran complicados de conseguir y se requería exactitud en cada paso. Suspiro y siguió analizando el texto cuando de repente una voz delicada lo saco de su lectura. Se trataba de Maddeline, esa otra chica de cabellos rojos, sabía perfectamente quien era, pues constantemente la veía con Lily, su Lily. Sin pensarlo Snape giro a sus lados para ver si con ella se encontraba Lily, pero al percatarse que solo se encontraban los dos en el silencio la miro con desdén.  Las relaciones con las amigas de su enamorada no eran muy cercanas debido al peculiar repudio que sentía Severus por aquella casa, solía ser cordial por Lily, únicamente. Debido a que la relación con la chica había desmejorado, tenía tiempo que no hablaba ni veía a Maddeline, consideraba innecesario que sus “amigos” lo tacharan de traidor por tener ese tipo de amistades. –Lo dices por tu poca voluntad de adentrarte en los estudios Maddeline? – Inquirió con antipatía a la chica, ya que, el pasaba horas en aquel lugar para no ser molestado, y no podría tratarse de alguna coincidencia- Ahora vienes sola, que coincidencia- imito a Maddeline, sumando a su comentario un tono sarcástico. Severus pensó en tener cualquier excusa para preguntarle por Evans, pero temía ser tan directo. Espero a la reacción de la leona, mostrando un semblante de antipatía.

La biblioteca era el lugar donde iba a investigar a cerca de aspectos más maduros de ciertas ramas de la magia que me resultan siempre fascinantes, pues a pesar de que estaba en Gryffindor yo sentía esa curiosidad innata por saber mas siempre de cualquier tema que llame mi atención y aquella tarde con los deberes ya hechos no me apetecía estar en la sala común ya que Peter y los chicos estaban planeando una buena a parte de que tenía que incluir junto con la lista de jugadas las entradas que quería tanto para mis amigas como para los amigos de mi chico por que tenía muchos planes post partidos para las vacaciones y ahora quería dejar todos los cabos atados además de poder saciar aquella sed de conocimiento inquieta que me invade eb aquel preciso momento.

La actitud de Severus conmigo me molestó un poco ya que sabía que aquello se debía a que esperaba que Lily viniera conmigo, pero no era así ya que ella tenía cosas que hacer en la sala común. -Ya he terminado toda tarea escolar que se requería, además tengo la suerte de que no me hace falta estar todo el día con las fauces metidas en un libro para ser una alumna brillante- rodé levemente los ojos ya que si algo me molestaba era que me hubiera tildado de tener poca voluntad, cuando yo sin duda hablaba tres idiomas y no necesitaba mas que unos pocos minutos para saberme de memoria toda la teoría dada -Si,Severus, tengo un encargo familiar que atender además de que por gusto quiero aprender hechizos para cambiar de una forma mas potente cualquier zona del cuerpo humano- Lo miré con calma esperando a ver que deseaba saber o preguntarme.