John Davies & Chrys Evans | Capítulo Uno

"Jamás te dejare, porque tu eras mi corazón"  fue unos de los momentos más inesperados que he tenido en mi vida, cuando estaba a punto de irme, una chica con ojos azules profundos venía hacía mi pero sinceramente ¿A que venía esa chica? No lo sabía, sólo sabía que ese día estaba muy nublado con relámpagos mientras yo estaba con una chamarra roja en una capucha y un pañuelo en mi rostro, estaba a dentro de la escuela en ese momento, no podía ir más aya de mi casa porque oí a mis padres que me iban a abandonar si iba allá.

¿Verán los padres pueden hacer eso?, claro que pueden, yo también los quiero pero a parecer ellos no me quieren, sólo quieren a mi hermana menor de ocho años que no hablaba mucho con ella, ya que ella prefiere hablar con sus muñecas de barbies en cambio yo sólo quería hablar sobre la tecnología, pero no importa, ya había planeado todo para escapar de esa casa, la odiaba diría.

Estaba tan ocupado pensando que no me di cuenta que alguien me estaba hablando, yo voltee seriamente hacía la persona, era la misma chica que se acercaba hacía mi, realmente no me interesaba pero ¿Por qué me buscaba? Era una duda que tenía en la cabeza, la miraba de todo el cuerpo hacía la cabeza y sinceramente era muy guapa con el pelo corto, pero era unas de las chicas populares.

Disculpa ¿estas bien? Este está lloviendo y la directora dijo que nos quedábamos a dentro —decía aquella chica de pelo oscuro, sus ojos azules profundos, eran muy hermosos, por cierto, era muy delgada como que no comía muy bien, y traía ropa muy protegida por así decirlo – Se que no hablamos mucho pero sinceramente me preocupas mucho aunque te conozca muy poco -

No podía controlarlo pero dijo ¿preocupada por mi? Eso era muy poco común por así decirlo, era la primera chica que he visto que se preocupara por un desconocido, me quite el pañuelo, ella se puso nerviosa cuando mi miro mi rostro, estaba realmente pálido con una herida en mis labios, no podía evitarlo, me reí cuando se puso así - Vamos ¿acaso te asustas? Sinceramente no me preocupa tanto, pero no quiero estar a dentro, no me gusta estar con su gente – le aclare las cosas, no podía evitarlo; era mi estilo contestar a la gente que no le importa, no podía ocultar lo que siento hacía una señorita pero era demasiado frío y serio hacía lo demás -

La chica estaba mirándome entretenida mente y yo alzaba la ceja como "¿Qué tengo en la cabeza, monos o qué?" Era como una mirada entretenida como si hubiera algo ahí, suspire pesadamente, no me gustaba que me miraban así, era muy incómodo eso – Bien entonces me quedare sentada hasta que vengas conmigo – propuso su idea, mire sorprendido a la chica, nunca me imagine que alguien tan terca iba quedarse sin entender que yo no podía entrar – Acaso tienes miedo de una chica? Pues yo no te tengo miedo, a pesar de tus labios – contesto de una manera ridícula mientras negué la cabeza y ella sonreía -  

Soy Chrystelle Evans, encantada – extendió su mano con una sonrisa aunque claro me había sentado a lado de ella , que no entendía o ¿Qué? Quería estar sólo  –  

La miraba con una mirada asesina mientras ella reía, no se como alguien como ella iba reírse de una mirada psicópata si todos se asustaban, rodaba los ojos por la sonrisa que tenía y aceptaba una vez su mano extendida -  John... John Davies - decía mi nombre sin ninguna alguna –

Después de ese día, nada fue igual para mi, Chrys era unas de las personas más dulces que he conocido mientras yo pensaba que era una malcriada y rica, sinceramente provenía de una familia de doctores aunque ella no le importaba eso,  desde entonces en esos tres años duramos como novios en la preparatoria, aunque algunos sentían envidia por Chrys, claro, ya que era la chica más popular de la escuela, pero a ella no le importaba simplemente era alguien que me gustaba y no la dejaría por nada.

Era mi último año en Riverdell High School, bueno eso no importaba mucho pero para Chrys era importante pasarla juntos todo el tiempo, a mi me suena una tontería ya que la amo pero no significa que me la pase pegajoso todo el día, es demasiado exagerado eso,  aunque pensando bien era unas de las personas que me comprendían, pero también necesitaba mi privacidad para ello.

Estaba en mi casillero, número 405 estaba en unos de los últimos pasillos de la escuela, me alegraba porque estaba cerca de mi salón pero sinceramente era demasiado lejos para la salida del colegio,  nunca había nada interesante sólo algunos molestando algunos estudiantes u otros burlándose de ellos, yo en cambio no hacía nada, si intentaran hacer algo ellos sabían que yo podría matarlos cuando quisiera y no se arriesgaban a unos buenos golpes que daba pero no me importaba, el caso es que no hacía nada en contra de ellos, si no me molestan, yo no hago nada y todos tranquilos.

Cuando cerraba el casillero, de pronto oí una tos falsa, mire alzando la ceja y era Max Donovan, unos de los chicos más pesados del colegio, no era común que diga esto, pero se me hacía raro que me buscara, ya que Donovan y yo no somos amigos y ni nada, si no era unos de los chicos que molestaban a los demás, sinceramente, le mandaba m*erda aquellos que se creían guay pero sinceramente, no me importaba – Ah ¿Qué pasa Donovan? Se te perdió algo – contestaba a su modo, era unos altaneros según oí, no me gustaba las groserías así que mientras el se vaya mejor –  

Tranquilo Davies, no he venido para molestarte, ni loco pienso hacerlo después que le hiciste con McLey - decía serio como siempre, su mal humor, si recuerdo ese día, fue unos de los chicos de los amigos de Donovan, era alguien insoportable y claro quería matarlo por un día que hizo besar a Chrys cuando éramos novios, iba a matarlo con una daga que tenía pero Chrys lo descubrió a tiempo y me detuvo –  

Ah si, el sucedido eso – le miraba a Donovan, tenía una chaqueta negra de cuero junto con una polera negra, tenía los jeans rotos mientras sus tenis era de los más caros - ¿Qué quieres entonces Donovan? Según recuerdo no nos caemos bien después de todo –le decía sincero, no me gustaba estar cerca de él y ni mucho menos  ser su amigo –  

Bueno ¿recuerdas sobre que propuse lo del Grupo? - me preguntaba sobre lo del grupo mientras lo mire confuso – La del hospital – me aclaro mi confusión y suspiraba a que se refería -  

Bueno Max un día venía a nuestro salón y como el no le importaba que teníamos clases y mandaba al diablo a la Profesora Cornat, era la profesora de Biología y sinceramente no me daba risa, ya que por culpa de él nos dejo mucha tarea ese día, pero bueno voy al punto, Donovan pensó en un gran idea, bueno muchos iban pero morían o iban en borde de la muerte sobre el Hospital WestMaeyer, era un hospital abandonado, hace 10 años, ese hospital recibió muchas demandas y sustos sobre que aparecía fantasmas, muertos incluyendo los que se quedaban de noche iban diciendo que se quedaban en coma u otros morían por escapar.

Suspiraba largamente mirando a Donovan con una cara asesina, el sabía que no podía ir por Chrystelle, pero claro, le manda m*ierda a mi novia y me busca, mire pensativamente sobre el asunto, si quería ir por una aventura y a parte quería demostrar a todos una vez que era una gran mentira sobre los rumores del hospital, así que levante mis ojos y di mis últimas palabras a Donovan – Claro, ire con Chrys con mucho gusto –le decía sincero e serio, así que sonrió de sarcasmo como si no le importaba pero me decía que teníamos que vernos esa noche para irnos, el día de Halloween, pero ahora había un problema más grande; Chrys.

Después de clases tenía que ir con Chrys a su casa, ya que me habían invitado a comer en su casa, pero el problema era contarle sobre el asunto del hospital, ella me dijo que no iría ni loca aquel lugar, los rumores volaban y me dijo la última vez que no era buena idea, ya que no quería que resultara herido, pero ella sabía que no creía esas tonterías y ella lo sabe todo.

Era la última clase que tenía estaba muy impaciente por lo que iba decirle, estaba demasiado distraído en ese momento, cuando oí la campana,  me alivie un poco, a pesar que todavía estaba muy tenso, salía del salón para ir hacía la salida, me dijo Chrys que la tenía que esperar ahí así que no me preocupe tanto de esperarla.

Esperaba y esperaba por media ahora mientras jugaba con mi daga, era sencillo eso pero no era tan fácil separarla de ella, siempre la tenía como caso de emergencia, no me importaba si alguien la veía simplemente estaba muy aburrido.

Baja eso o te juro que te lo quitaron John - ahí estaba ella, mi novia más histérica en ese momento de mi paciencia, yo sonreí cínicamente a Chrys, sólo para molestarla un rato – Quita esa sonrisa de mi vista Davies – dijo seria cruzándose los brazos, lo cual la molestaba, era muy linda cuando se enojaba -  

Hola mi amor ¿Cómo estás?, excelente y ¿tú?, me alegro que estés bien cariño -le decía divertido mientras ella reía de mi comentario, era increíble que ella se olvidara de saludarme -  

Hola cariño estoy bien y ¿tú como estas? -  

Estoy excelente gracias, me alegro que estés bien cariño - le decía riéndome a carcajadas junto con Chrys, era divertido hacer eso con ella, estábamos caminando en un jardín que estaba lejos de la escuela, ella me sonreía tierna mientras yo trataba de besarla pero tenía que decirle lo de Donovan o si no, nunca me perdonara – Chrys – la llame por su nombre y ella me sonreía - Tengo que decir algo importante –le decía serio mientras ella no se daba cuenta lo que sucedía -  

¿Qué sucede John? - decía con una sonrisa en el rostro mientras ella me abrazaba pero trague saliva -  

Acepte la propuesta de Donovan de ir sobre el... hospital – cerraba los ojos fuertes mientras Chrys abría los ojos de sorprendida, abrí un ojo pero luego me miro enojada, encabronada y yo tape mi cara con mis manos –  

¿!Cómo se te ocurre John Harold Davies¡? - me gritaba enojada mientras golpeaba mis manos histérica, empujándome dolía - Sabes que odio que seas terco, gruñón, mentiroso... -me decía un montón de cosas, me sorprendí porque era una majadera y eso que la conozco – ¿!Cómo puedes hacerme esto¡? -  

Se que estas muy enojada, lo se, pero quiero demostrar al mundo que sobre los rumores no están bien – le decía mi explicación mientras me golpeaba, por dios, golpea muy duro –

Mira Davies, si tanto te interesa ir vamos pero si me vuelves a mentir sobre tus promesas – le decía como si fuera algo malo, pero rodé los ojos y me miro sería - La que te va matar soy yo Davies ¡OK! -grito la última palabra mientras asentía asustado y me agarra el brazo para ir a su casa – Vamos – se preocupaba por mi Chrys, era muy linda conmigo pero tenía miedo como se enojaba –