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Vociferador #5 GOSSIP WITCH !IMPORTANTE!
Jue Mar 08, 2018 8:19 pm por Bellatrix Black
SE BUSCA: GOSSIP WITCH
Brujas y magos de Hogwarts, la dinámica es la siguiente, necesitamos un buen reportero para esta sección, puntos a considerar:
-Mantenernos al tanto de que pasa en el foro, …
Brujas y magos de Hogwarts, la dinámica es la siguiente, necesitamos un buen reportero para esta sección, puntos a considerar:
-Mantenernos al tanto de que pasa en el foro, …
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Vociferador #1: Avatar ¡Importante!
Sáb Ene 27, 2018 12:30 am por Bellatrix Black
.Sobre el Avatar .
Magos y brujas de Merodeadores, con la finalidad de tener todo muy bonito en el foro, es importante colocar el tamaño del avatar de tal forma que no se deforme la imagen de su …
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Alice [Capitulo 1]
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Alice [Capitulo 1]
Capitulo 1.
El Callejón Diagon, como siempre antes del comienzo del año escolar, se llena de niños entusiastas y sus padres, frustrados, que tratan de mantenerlos con ellos. El día predilecto para que esto pasara era el treinta y uno de agosto, cuando la gente estaba arrebatando los libros, lápices y hasta la comida de unos a otros de las manos. Se atropellaban a si mismos para conseguir un pedazo de tela.
La multitud de personas aglomeradas en la tiendas y en el resto de la calle hacia que perder a un niño fuera muy fácil.
Una atractiva mujer, que estaba de pie junto a un quiosco pequeño, aparto los ojos del Diario del Profeta, levantó sus gafas de sol y mira con sorpresa todo un evento.
-Eso es lo que ocurre cuando estas mirando a otras chicas.-Se quejo una mujer gorda – esposa del hombre de mediana edad, probablemente.
Toda la escena era observada por la gente alrededor, así, no sólo por la atractiva mujer con gafas del sol.
Toda la escena era observada por la gente alrededor, así, no sólo por la atractiva mujer con gafas de sol.
-Todavía lo tienes.-Dijo la voz del anciano encargado del quiosco. Para el, esta situación era gracioso. Mientras nadie lo moleste, era bueno para su interés.
-No tengo ni idea de lo que estas hablando.-Respondió la mujer, frunciendo las cejas.
-Oh, no te hagas la tonta. Solo tu puedes armar este lio.-Replico.
-Me ofendes, Pablo.-Dijo ella, fingiendo estar ofendida, pero en realidad, estaba sonriendo mientras que la esposa celosa empezara a golpear a su pobre marido con el bolso.
-¿Quién dice que es culpa mía?-Pregunto la pelinegra. Su voz era temblorosa, como si quisiera romper a reír, pero en ese momento la mujer regordeta la señalo.
-¿Qué es bonita? Adelante entonces, mírala de nuevo.-Le grito a su marido.
-Bueno… si fue mi culpa.-Dijo la pelinegra y se puso sus gafas de sol, tratando de ignorar a todos lo que la miraban.
-Cariño, no hay que exagerar esto…-Dijo el hombre
-¿Qué? ¿Acaso la conoces?-Pregunto su esposa a gritos.
-No seas tonta, solo la mire… no la…-Empezó para luego ver como la bella mujer lo saludaba. En consecuencia, su esposa lo golpeó y se fue. El pobre la siguió, tratando de disculparse con ella.
-Eso fue muy cruel, señorita Jones. Ahora ese hombre perderá la vida.-Dijo el vendedor del quiosco.
-Esa fue su culpa, no debía haberme mirado fijamente.-Respondió ella, de modo neutral.
-Perdón, señorita Jones, pero vestirse así…-Dijo para luego echarle un vistazo a su cuello, bajando por la línea del collar de oro para terminar en sus pechos.
-Es algo que los provoca.-Termino el vendedor, con una sonrisa.
Jones hizo caso omiso a esas palabras, un nuevo artículo de Rita había captado su atención.
-Oh, Rita estaba aburrida de nuevo.-Dijo la pelinegra, mirando el articulo sobre sí misma.
-No vas a creer cuanta gente quisiera conocer tu secreto.-Dijo el vendedor.
-Entiendo eso, Pablo. Pero esto se esta volviendo viejo ya. Maldigo el día en que la conocí.-Dijo en un suspiro.
-Tal vez deberías pedirle una entrevista.-Sugirió Pablo.
-Prefiero comer vidrio antes de cederla una entrevista a Skeeter.-Murmuro la pelinegra mientras miraba las dos fotos que había en el artículo. Una de cuando tenía dieciséis años y otra en el presente.
Rita comentó con estas palabras:
Para entender el fenómeno de Jones, hace falta sólo mirar en las fotos (sin correcciones). Puedo probar que Jones ha tenido conocimiento de cómo mantenerse joven. Veamos que no hay una gran diferencia entre la foto en la que tiene 15 años y una mujer adulta de 34 años de edad. Tengo que admitir que sus rasgos faciales han cambiado pero, ¿Dónde están las arrugas? ¿Los síntomas de vejez? No se encuentran en la cara de Jones.
Jones rodo los ojos con desaprobación. Rita nunca se perdería la oportunidad de contar su verdadera edad, ya que en ese artículo de tres páginas se menciona cinco veces, y en todo caso, se subrayó.
Alice se sorprendió de que no hubiese aburrido ya con su tema, especialmente por que no tenia pruebas, solo suposiciones. Por esto, Alice –mas conocida como la madrina de Harry Potter- no se presenta a menudo en público. Rita acostumbraba a escribir artículos sin sentido acerca de ella solo porque se conocían entre sí y no tenían una historia con final feliz.
Cerro el periódico, con desden y miro a su alrededor. Buscando algo o alguien con la mirada.
-¿Dónde está ese chico?-Se pregunto a si misma.
-Probablemente está dando autógrafos y olvidándose de todo el mundo.-Dijo Pablo, despreocupado.
-A veces me recuerda a su padre, y mucho.-Dijo con aire reprobatorio, aunque sonriendo.
-Es típico.-Dijo el quiosquero y Alice le sonrío.
-Gracias Pablo. Nos veremos.-Dijo mientras se alejaba y el, la saludo con la mano.
Buscaba en la multitud a su ahijado. La gente seguía su curso y tenia que tener cuidado para no chocar a nadie o que no la chocaran al menos.
-Alice.-Dijo una voz conocida y se dio cuenta de que un adolescente delgado, con pelo cortó y oscuro estaba manteniendo unos cuantos libros e intentando ignorar a la gente que decía su nombre o lo apuntaba.
-¿Qué te tomo tanto tiempo?-Pregunto Alice.
-Pues por culpa de tus seguidores. Estuve cinco minutos tratando de pasar por esa barrera de gente que se junta detrás de ti.-Respondió Harry Potter, sonriendo.
-No seas tan inteligente.-Le respondió y tomó en sus manos uno de los libros que llevaba Harry.
-Veamos con lo que te van a torturar este año.-Dijo y noto, sorprendida que faltaba un trozo de la primera página. Miro al muchacho, exigiendo una explicación.
-Sucedió que… en la librería todo el mundo quería darme la mano y necesitaba una hoja para los autógrafos.-Explico el.
Juntos empezaron a caminar.
-¿Y cuando es la reunión con Dumbledore?-Preguntó Harry mientras caminaba.
-Tengo un rato, no te preocupes.-Dijo, sonriendo ampliamente. -¿O acaso nuestra estrella se avergüenza de andar con su tía?-Pregunto.
-Oh, Vamos, me encanta salir contigo.-Dijo Harry y noto como un hombre miraba las piernas de Alice, manteniéndose aun a distancia. Seria mejor que se quedara allí.
-Cuando estas conmigo tienen demasiado miedo de acercarse a mi. Tú eres la mejor en mantener lejos a mis fans.-Dijo Harry divertido.
-Eres tan dulce.-Le dijo Alice.
-Todavía recuerdo lo que hiciste cuando un hombre…-Empezó a decir Harry, pero Alice no lo escuchaba mas. Sus ojos captaron un artículo sobre una persona.
“Black sigue en libertad.” Las manos de Alice temblaban al igual que en el día en el que leyó titulares como: “Black causo la muerte de los Potter” o cuando el titular de “Black escapo de Azkaban” lleno a todos los periódicos.
La vista de Alice se centro en la foto del hombre, que gritaba sin voz, estaba sin afeitar y no pudo evitar morderse el labio. Cuando se las arreglo para cerrar el periódico, noto que los carteles de “Buscado” estaban por todas partes: en las paredes, en las vidrieras, en los postes…
No podía escapar de lo que veía y comenzó a sentirse mareada.
-¿Alice?-Harry la despertó de su transe mental con una voz preocupada. -¿Esta todo bien?
-Si.-Suspiro, para tomar una respiración profunda. –A veces cuando recuerdo muchas cosas de golpe, me da un poco de dolor de cabeza.
-¿Quieres volver a casa?
-No seas idiota, tengo una cita…-Ella trató de sonreír.
-¿Estás segura?-Inquirió Harry, preocupado.
-Si, Harry… solo entra a la tienda y busca comida para la lechuza. Yo te esperare aquí.-Ordeno, con una sonrisa y Harry entro en la tienda más cercana.
Jadeando, Alice se dio cuenta, después de unos segundos, que lo que tenia enfrente era uno de “estos” carteles. Ella estaba mirando hacia sus ojos azules originariamente, ahora grises. Volvió a perder la respiración y busco respirar nuevamente. Toco la cara del hombre de la foto y miro debajo de la foto: “Sirius Black”
Jones apoyo su cabeza en el cartel y se quedo alli, de pie sin moverse durante unos minutos, con los ojos cerrados. Ignoro la mirada atónita de los transeúntes.
-¿Alice? ¿Qué haces?-La voz de su ahijado la despertó de aquel extraño trance en el que se encontraba.
-Nada, me sentí mareada, pero ya estoy bien.-Se justifico.
-Te ves pálida.-Harry incluso parecía sospechar acerca del cartel, pero no encontraba el hilo conector entre el hombre del cartel y Alice.
-Harry, no empieces de nuevo, por favor.-Imploro la mujer.
-¿Cómo no quieres que empiece de nuevo si todas las mañanas te despiertas con lagrimas en los ojos y mareada?- Ella no respondió.
-Vamos a ir a Ollivander.-Dijo ella, poniendo fin a la conversación y empezó a caminar hacia la tienda.
-Alice.-Dijo el, deteniéndola. Harry la miro, fijamente y luego volvió a mirar el cartel, ni la cara ni el nombre del hombre le decía nada, pero al ver que Alice se alejaba caminando, empezó a seguirla. Quería decir algo más, pero al notar la expresión de Alice no tuvo el valor suficiente. Entraron, antes de lo esperado a la tienda de Ollivander.
-Lo que ven mis ojos, una luz de sol en un dia nublado, la bella Alice Jones.-Ollivander le dio la bienvenida muy alegremente. Jones no podía ser grosera con el. Durante unos segundos de silencio, se calmo un poco y le dirigió una sonrisa.
-Me alegra verte, Ollivander.-Le contesto ella. Harry se sorprendió y tuvo un poco de miedo por el cambio de humor de su madrina. Ella podía recuperar la compostura rápidamente y pretender que nada había pasado.
-Buen día señor Ollivander.-Saludo Harry.
Jones, en ese momento sacó su varita del bolsillo de su capa y la puso sobre el mostrador, sin dar ninguna explicación a Ollivander.
-Seria más fácil comprar una nueva, Al.
-Me sentiría mal haciéndolo.-Respondió ella suavemente. Ollivander termino de examinar la varita.
-No tuvo piedad de él, señorita Jones.
-Olli…-dijo, señalando discretamente a Harry. -¿Cuándo estará lista?
-Algo así como quince o veinte minutos.
-Genial.
-Dumbledore te esta esperando.
-Genial…-Repitió con menos entusiasmo. Ella miro a su ahijado que sospechosamente dejo la revista que tenia en su mano.
-Nos encontraremos aquí en unos minutos. Compra lo que necesites y nos iremos a casa.
-¿Puedo ir…?-Pregunto Harry.
-No.-Dijo Alice, cortando su pregunta. –Vigílalo, Olli y no dejes que lea esta basura.-Dijo y levanto la revista que Harry había leído hacia un rato y añadió: -Quiero decir, vamos… los niños vienen a tu tienda.
Ollivander parecía confundido, no recordaba ninguna revista erótica sobre la mesa.
-Por favor, tu tienda es demasiado buena para revistas de Rita Skeeter.-Explico Alice con una sonrisa y miro a Harry. -¿Y que te he dicho?
-No leer ninguna revista de Rita.-Recito Harry.
-Correcto.-Dijo Alice y salio de la tierra.
-Te tiene pisando tus talones.-Dijo Ollivander, divertido cuando Alice ya se había ido y Harry río.
-Oh si, pero uno ya se acostumbra a ello.
Mientras tanto, Alice caminaba hacia el lugar de la cita. Pensó en que Harry había estado hojeando la revista de Rita y se sintió algo molesta. Siempre le había prohibido leer los artículos de ella. Jones no quería que Harry descubriera lo de ella y Black, le había convencido de que todas las palabras de Rita eran una mentira.
Alice estaba preocupada, ya que Albus quería algo de ella esa mañana, cuando recibió una carta de el, informándola sobre esta cita. Lo peor de todo, es que a ella le daba la impresión de que iban a hablar sobre algo desagradable. Los carteles seguían apareciendo, por lo que bajo la vista lo mas posible, sin dejar de caminar.
Cuando entró en la posada, se fue en dirección a las habitaciones, haciendo caso omiso de algunos silbidos de hombres borrachos. Llamo a una de las puertas y cuando le respondieron, entro. Las habitaciones del caldero chorreante siempre eran iguales, estrechas, llenas de mubles y oscuras. Esta vez, no fue una excepción. Solo Dumbledore sentado en la cama, con ropa colorida y el cabello claro añadió algunos colores a la habitación. Levanto sus ojos hacia ella luego de unos segundos.
-Buenos días, señorita Alice.
-Buenos días.-Respondió ella con frialdad.
-¿Dejaste a Harry en Ollivander?
Ella asintió con la cabeza.
-Supongo que usted sabe que Black se escapo de Azkaban.-La mujer no respondió, pero Dumbledore sabia la respuesta.
-Estamos en una situación complicada. No tenemos ideas de cuales son sus planes, pero en cuanto a su carácter y los asesinatos podemos decir que ira tras Harry.
-Eso son solo ideas suyas.-Dijo Alice irónicamente.
-Pero Harry esta en peligro. Black puede…
-¡Basura!-Grito Alice de repente. –El nunca le haría daño a Harry.
-Cálmese, señorita Alice y siéntese, por favor.-Dijo Dumbledore intentado calmarla y señalando una silla frente a el.
-Solo quiero tomar prevenciones.-Dijo el.
-¿Usted quiere que yo le diga que debe tener cuidado con su pad…?
-Si.-El no la dejo terminar. –Por favor, siéntese.
Al final, Alice se sentó, rindiéndose ante las peticiones del viejo profesor.
-Me gustaría saber lo que sabe acerca de…
-Nada en absoluto. Yo no le menciono a su padrino.
-Creo que es hora de mencionarlo, dadas nuestras suposiciones.
-Sus suposiciones, Dumbledore.
-Mis suposiciones podrían cumplirse. Yo entiendo que usted tenga su propia opinión sobre Black, pero yo solo le pido que tenga cuidado. No se fíe de el, en primer lugar, hay que pensar sobre la seguridad de Harry. Le pido que use su cabeza y no su corazón esta vez.-Albus noto su indignación y agregó rápidamente: -Hay que entender que hay posibilidades de que el quiera encontrar a Harry, incluso no para hacerle daño, sino tal vez para conversar.
-¿Conversar?
-Así es. Por esta razón, hay que mantener a Harry vigilado todo el tiempo.
-Tiene trece años, no puedo estar pendiente de el cada minuto.
-Lo se, y hay una solución. Deseo que vallas con el a Howarts.
Alice dejo escapar una risa irónica, pero se termino silenciando ante la mirada de los azules ojos de Dumbledore.
-¿Y cual es el pretexto para ir a Howarts?
-Serias profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Me prometí a mi misma no ir a Howarts de nuevo.-Dijo cerrando los parpados.
-¿Ni siquiera lo harías por Harry?
-El va a estar seguro en Howarts. Usted estará allí con el. No puedo, en realidad… no puedo.-Dijo agachando la cabeza.
-Si esa es tu decisión, yo la respeto.-Dijo Albus, un tanto decepcionado.
-¿De donde saco esa idea?
-¿Qué idea?
-¿Qué idea señorita Jones?
-La idea de ponerme a mi como profesora en Howarts.
-Bueno, necesito un profesor de esa materia y usted tenia muy buenas clasificaciones.
-¿McGonagall sigue enseñando alli?
-Claro, como el profesor Flitwick, Hagrid, nuestro portero…
-¿Filch?
-Yo no creo que el se acuerde de ti, últimamente no recuerda nada.
-Aunque quisiera, no podría ir.
-Yo estaba seguro de que te negarías, al igual que hace dos años.
-Pero voy a tratar de nuevo el próximo año, tal vez un día algún profesor se quede con el trabajo.
Alice sonrío, al menos por un momento.
-Una cosa mas, Alice.
-Si de alguna manera, ustedes se encuentran… ¿crees que vas a poder manejar la situación?
-No se, siempre fue… talentoso.
-No me refiero acerca de sus habilidades, porque las suyas son tan buenas como las tuyas. Quiero decir, ya sabes… tu y el se…-Se aclara la garganta. -Quiero saber si no vas a ceder ante sus palabras.
-¿Usted sugiere que podría…?-Comienza a decir Alice, pero entonces alguien golpeo la puerta y se oyó la voz de Harry.
-¿Alice?-Pregunto el niño por detrás de la puerta.
-Usted planeo esto.-Dijo Alice a Dumbledore, que con una sonrisa, invito a Harry a entrar.
-Te dije que te quedaras en Ollivander.
-Ya lo se, solo quise traer tu varita, además después de comprar todo dijiste que me estarías esperando y al no encontrarte, pensé…
Alice bufo, cruzándose de brazos.
-Puedes sentarte, Harry. Alice tiene que decirse algo muy importante.-Dijo Dumbledore, mirando a Alice, la cual miro a su ahijado, que no se movía y comenzó a hablar.
-Harry… sabes… a excepción de tu tía Petunia, tienes a… bueno, no exactamente un miembro de la familia pero…
-¿Qué? ¿Intentas decir que puedo tener a alguien más?
-Si, tu padrino. El verdadero.
-¿Padrino? ¿Quieres decir que…? ¿Por qué aun no ha…?
-Estoy seguro de que viste las órdenes de detención. Están por todas partes en el Callejón Diagon.-Comento Alice y Albus le entrego a Harry.
-Ese es tu padrino, Harry.-Aclaro, Dumbledore.
Harry entendió, finalmente, porque Alice se había quedado mirando los carteles.
-¿El? ¿El que se escapo de la cárcel?
-Si, es el.
-Tienes que saber que el es el responsable de la muerte de tus padres.-Agrego Dumbledore y Alice le devolvió la vista, enojada.
-Todo lo que tienes que saber en la actualidad es que se escapo de Azkaban y es posible que busque…
-¿Matarme a mi?
-Es lo que intento decir… pero supongo que es posible también…
-¡Basta!-Grito Alice. –No es así.- Se volvió hacia su ahijado.
-Son solo suposiciones, Harry. Estoy segura de que no quiere hacerte daño.
-Pero el mato a mis padres ¿no?-Harry estaba confundido, no sabia en quien confiar y en quien no.
-Alice tiene su propia opinión acerca de Black y hay que respetarlo, Harry. Ella todavía piensa que es inocente y tu sabes que es una mujer muy obstinada, no puedo persuadirla de su culpabilidad.-Explico Albus.
-No es así, el era el mejor amigo de tu padre…
-Y el era su guardián secreto y revelo el secreto a Voldemort.-Termino Albus. –Incluso podemos decir que ha intentado encontrar a su señor. A partir de ese día, has estado viviendo con Alice.
-No haces las cosas más fáciles, Dumbledore.
-Y usted no ha mencionado las cosas más importantes, Alice.
-Bien.-Levanto la voz y el cuerpo. –Tendré cuidado. ¿O acaso usted piensa que cuando llegue Black voy a darle a Harry servido en bandeja? No soy tan entupida.-Grito ella.
-Yo no he dicho eso.
-Harry, vamos.-Ordeno tomando la mano de Harry.
-Tu principal debes es cuidar de Harry, si no quieres hacerlo… voy a encontrar a alguien mas.
Alice se detuvo.
-Piensa en eso.-Agrego Dumbledore.
Alice volvió a levantar la cabeza y abrió la puerta.
-Que tengas un buen día, Minerva.-Dijo Alice antes de cerrar la puerta y salir. Un gato gris, sentado en uno de los rincones oscuros se convirtió en mujer y le dio una mirada seria a la puerta por la que Jones había salido.
-Yo estaba seguro de que no se daria cuenta. Que niña perceptiva.
-Te lo advertí, Dumbledore. La mujer no te escuchara, ya sabes todo lo que paso entre ella y Black.
-¿Entonces porque no te uniste a la conversación para ayudarme? ¿Acaso tienes miedo de ella?-El se rio.
-No sea ridículo, simplemente no tengo lo necesario para pelear con ella.
-Ah, si… es una chica testaruda y tan fiel…
-Petunia seria mucho más fácil de controlar, algún hechizo y ella haría cualquier cosa.
-Si, seguro que seria mucho más fácil pero Alice no quiere perder a Harry.
Alice y Harry aparecieron en su jardín, junto a un edificio lúgubre de uno de los pueblos mágicos. Harry no tenia el suficiente valor para decir algo, hasta el estaba confundido e irritado también.
Alice se adelanto, para entrar en su casa por la puerta trasera, aunque Harry se había quedado atrás. Cuando se dio cuenta, tomo sus libros y corrió a entrar también.
Un hombre de mediana edad sonreía, alegre y le dio la bienvenida. Su rostro estaba marcado por cicatrices y arrugas.
-Rem, lo digo en serio… algún día voy a tener un ataque al corazón por aparecer así.-Exclamo Alice de pie junto a la pared de su propia cocina.
-No olvides que tú me diste la llave. ¿Cómo estas Harry?
-Hace unos diez minutos, bien… ahora no tanto.-Dijo el mirando a Alice, pero la mirada fría de esa, lo obligo a bajar la mirada.
-Dumbledore te obligo a decirle ¿no?-Pregunto Lupin, mirando a Alice.
-Remus, Black ¿quiere matarme?-Pregunto Harry directamente.
-No creo que sea asi.
-Pero Dumbledore dijo…
Alice resoplo.
-Dumbledore no era su amigo, casi no lo conocía.
Harry primero miro a Alice con sorpresa y luego a Remus, buscando con el una explicación.
-Black y tu padre fueron mejores amigos…
-Si, lo se y fue su guardián secreto pero lo traiciono.
-Esa es la versión que el Profeta ha decidido divulgar.-Agrego Alice.
-¿Ves? Es por esto que nunca te lo conté, sabia que ibas a reaccionar así. No importa, piensa lo que quieras.-Dijo al ver la mirada de Harry.
-Pero Alice…-Dijo Harry mientras ella llego hasta el lavaplatos y comenzó a fregarlos, buscando algo para distraerse.
-Hay que respetar la opinión de Alice, Harry.-Dijo Remus con voz tranquila. –Solo tienes que tener cuidado. Eso es todo.
-Quiero saber más sobre Black.-Exigió Harry.
El silencio se apodero de la cocina.
-Ya va a haber tiempo.-Dijo Lupin. –Alice es la que te tiene que contar esa historia, pero aun no esta lista.- En ese momento, Alice miro a Remus pero no se dicen nada. Una vez más, el silencio envolvió la atmosfera. Cuando Harry oyó que Alice se puso a llorar, se empezó a sentir culpable.
-Alice…
-Ve y empaca tus cosas. Tienes que ir a Howarts mañana.-Respondió ella con voz temblorosa.
-Alice, lo siento…
-No te preocupes… yo solo me pongo asi por los recuerdos…
-No quiero que estés enojada conmigo.-Dijo Harry mientras se acercaba a ella y la abrazaba, mientras Remus sonreía.
-Si yo fuera tú, reaccionaria de la misma forma. No voy a dejar que nadie te haga daño ¿de acuerdo? Ni siquiera Black.-Dijo ella mientras lo abrazaba y le pasaba la mano por el pelo, sabiendo que su cabello era incorregible.
-Ahora, por favor, ve a empacar y no te olvides de nada.-Dijo ella. El asintió con la cabeza y se marcho.
-Por lo tanto… ¿tu tienes aun esos recuerdos?-Pregunto Remus cuando estuvo seguro de que Harry no lo podia oir.
-Trato de vivir con ellos.-Respondió.
-¿Qué vas a hacer cuando Black venga aquí?
Ella rodó los ojos y suspiro.
-No tengo idea.-Respondió, honestamente.
-Yo te conozco… vas a hacer algo inteligente, lo que diga tu corazón.
-Es curioso, Dumbledore me dijo que no debía escuchar a mi corazón, que debía hacerle caso a mi mente.
Remus no hizo comentarios sobre el aviso de Dumbledore, pero sabia muy bien lo que significaba. Alice tendría que aclarar sus sentimientos ante Black.
-Yo me encargare de Harry en Howarts.-Dijo el, atrayendo la mirada sorprendida de Alice y explico:
-Allí necesitan un profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Si aparece Black, voy a hacer todo lo posible para proteger a Harry.
-Genial, gracias.-Dijo Alice con una sonrisa.
-Pero tu también me preocupas.
-No te hagas problema, el piensa que estoy muerta.
-Los periódicos actuales y Skeeter desmiente esto, ¿no te parece?-Dijo mientras levantaba el diario de El Profeta, con el articulo sobre ella.
-Te pedí que no trajeras a mi casa ningún artículo de Rita.
-Harry ya ha leído la nota de Skeeter sobre ti. Y si no lo hizo, lo terminara haciendo tarde o temprano.
-Prefiero tarde.-Dijo mientras Alice mientras con su varita quemo el articulo y tiro las cenizas a la chimenea.
-En fin, Alice… es muy probable que el te visite… tal vez necesites protección… puedo pedirle a Moody o…
-Voy a estar bien, puedo cuidar de mi misma. Un hombre en una habitación conmigo y con mi maldición… es una muy mala idea.
-Si tan solo…
-He aprendido como controlar ese hechizo, pero aun asi… voy a estar bien Rem. No te preocupes por mi.-Le dijo con una sonrisa.
-Bueno, ahora gracias a ti no tengo nada para leer mañana en el camino a Howarts.-Dijo Remus mientras miraba las cenizas del periódico y se echo a reír.
-¿Te vas a quedar a cenar?-Pregunto Alice y Remus asintió con la cabeza.
Luego de unas horas estaban los tres en la mesa, listos para la cena.
-¿Listo para Howarts?-Pregunto Alice a Harry.
-Se puede decir que si.-Respondió el.
-Remus va a ir contigo a Howarts, como un nuevo maestro.
-¿En serio?-Pregunto Harry.
-Alice se negó a hacerlo, asíque iré yo.-Informo Remus.
-¿Por qué no has aceptado, Alice?-Inquirió Harry.
-Me negué dos veces, Harry y voy a seguir haciéndolo. No quiero volver a Howarts.
La cena transcurrió tranquila y algo silenciosa. Cuando todos terminaron de comer, Remus se puso de pie.
-Bueno, me voy ahora, tengo que empacar mi maleta todavía. Vengo a buscarlos a las siete y vamos juntos a King’s Cross.
-¿Juntos?-Pregunto Alice.
-Así es, vendrás a despedirnos a la estación y sin peros.-Dijo Remus con una sonrisa y la mujer suspiro, rindiéndose.
-Además, Molly quiere conocerte.-Le informo Remus a Alice.
-Y Hermione y Ron también.-Contó Harry.
-Bueno, veo que habrá un linda presentación.-Dijo Alice mientras dejaba que Remus le diera un beso en la mejilla.
-Nos vemos mañana, Remus.-Dijo Harry y el aludido levanto y agito la mano para demostrar que lo había escuchado para luego marcharse.
El Callejón Diagon, como siempre antes del comienzo del año escolar, se llena de niños entusiastas y sus padres, frustrados, que tratan de mantenerlos con ellos. El día predilecto para que esto pasara era el treinta y uno de agosto, cuando la gente estaba arrebatando los libros, lápices y hasta la comida de unos a otros de las manos. Se atropellaban a si mismos para conseguir un pedazo de tela.
La multitud de personas aglomeradas en la tiendas y en el resto de la calle hacia que perder a un niño fuera muy fácil.
Una atractiva mujer, que estaba de pie junto a un quiosco pequeño, aparto los ojos del Diario del Profeta, levantó sus gafas de sol y mira con sorpresa todo un evento.
-Eso es lo que ocurre cuando estas mirando a otras chicas.-Se quejo una mujer gorda – esposa del hombre de mediana edad, probablemente.
Toda la escena era observada por la gente alrededor, así, no sólo por la atractiva mujer con gafas del sol.
Toda la escena era observada por la gente alrededor, así, no sólo por la atractiva mujer con gafas de sol.
-Todavía lo tienes.-Dijo la voz del anciano encargado del quiosco. Para el, esta situación era gracioso. Mientras nadie lo moleste, era bueno para su interés.
-No tengo ni idea de lo que estas hablando.-Respondió la mujer, frunciendo las cejas.
-Oh, no te hagas la tonta. Solo tu puedes armar este lio.-Replico.
-Me ofendes, Pablo.-Dijo ella, fingiendo estar ofendida, pero en realidad, estaba sonriendo mientras que la esposa celosa empezara a golpear a su pobre marido con el bolso.
-¿Quién dice que es culpa mía?-Pregunto la pelinegra. Su voz era temblorosa, como si quisiera romper a reír, pero en ese momento la mujer regordeta la señalo.
-¿Qué es bonita? Adelante entonces, mírala de nuevo.-Le grito a su marido.
-Bueno… si fue mi culpa.-Dijo la pelinegra y se puso sus gafas de sol, tratando de ignorar a todos lo que la miraban.
-Cariño, no hay que exagerar esto…-Dijo el hombre
-¿Qué? ¿Acaso la conoces?-Pregunto su esposa a gritos.
-No seas tonta, solo la mire… no la…-Empezó para luego ver como la bella mujer lo saludaba. En consecuencia, su esposa lo golpeó y se fue. El pobre la siguió, tratando de disculparse con ella.
-Eso fue muy cruel, señorita Jones. Ahora ese hombre perderá la vida.-Dijo el vendedor del quiosco.
-Esa fue su culpa, no debía haberme mirado fijamente.-Respondió ella, de modo neutral.
-Perdón, señorita Jones, pero vestirse así…-Dijo para luego echarle un vistazo a su cuello, bajando por la línea del collar de oro para terminar en sus pechos.
-Es algo que los provoca.-Termino el vendedor, con una sonrisa.
Jones hizo caso omiso a esas palabras, un nuevo artículo de Rita había captado su atención.
-Oh, Rita estaba aburrida de nuevo.-Dijo la pelinegra, mirando el articulo sobre sí misma.
-No vas a creer cuanta gente quisiera conocer tu secreto.-Dijo el vendedor.
-Entiendo eso, Pablo. Pero esto se esta volviendo viejo ya. Maldigo el día en que la conocí.-Dijo en un suspiro.
-Tal vez deberías pedirle una entrevista.-Sugirió Pablo.
-Prefiero comer vidrio antes de cederla una entrevista a Skeeter.-Murmuro la pelinegra mientras miraba las dos fotos que había en el artículo. Una de cuando tenía dieciséis años y otra en el presente.
Rita comentó con estas palabras:
Para entender el fenómeno de Jones, hace falta sólo mirar en las fotos (sin correcciones). Puedo probar que Jones ha tenido conocimiento de cómo mantenerse joven. Veamos que no hay una gran diferencia entre la foto en la que tiene 15 años y una mujer adulta de 34 años de edad. Tengo que admitir que sus rasgos faciales han cambiado pero, ¿Dónde están las arrugas? ¿Los síntomas de vejez? No se encuentran en la cara de Jones.
Jones rodo los ojos con desaprobación. Rita nunca se perdería la oportunidad de contar su verdadera edad, ya que en ese artículo de tres páginas se menciona cinco veces, y en todo caso, se subrayó.
Alice se sorprendió de que no hubiese aburrido ya con su tema, especialmente por que no tenia pruebas, solo suposiciones. Por esto, Alice –mas conocida como la madrina de Harry Potter- no se presenta a menudo en público. Rita acostumbraba a escribir artículos sin sentido acerca de ella solo porque se conocían entre sí y no tenían una historia con final feliz.
Cerro el periódico, con desden y miro a su alrededor. Buscando algo o alguien con la mirada.
-¿Dónde está ese chico?-Se pregunto a si misma.
-Probablemente está dando autógrafos y olvidándose de todo el mundo.-Dijo Pablo, despreocupado.
-A veces me recuerda a su padre, y mucho.-Dijo con aire reprobatorio, aunque sonriendo.
-Es típico.-Dijo el quiosquero y Alice le sonrío.
-Gracias Pablo. Nos veremos.-Dijo mientras se alejaba y el, la saludo con la mano.
Buscaba en la multitud a su ahijado. La gente seguía su curso y tenia que tener cuidado para no chocar a nadie o que no la chocaran al menos.
-Alice.-Dijo una voz conocida y se dio cuenta de que un adolescente delgado, con pelo cortó y oscuro estaba manteniendo unos cuantos libros e intentando ignorar a la gente que decía su nombre o lo apuntaba.
-¿Qué te tomo tanto tiempo?-Pregunto Alice.
-Pues por culpa de tus seguidores. Estuve cinco minutos tratando de pasar por esa barrera de gente que se junta detrás de ti.-Respondió Harry Potter, sonriendo.
-No seas tan inteligente.-Le respondió y tomó en sus manos uno de los libros que llevaba Harry.
-Veamos con lo que te van a torturar este año.-Dijo y noto, sorprendida que faltaba un trozo de la primera página. Miro al muchacho, exigiendo una explicación.
-Sucedió que… en la librería todo el mundo quería darme la mano y necesitaba una hoja para los autógrafos.-Explico el.
Juntos empezaron a caminar.
-¿Y cuando es la reunión con Dumbledore?-Preguntó Harry mientras caminaba.
-Tengo un rato, no te preocupes.-Dijo, sonriendo ampliamente. -¿O acaso nuestra estrella se avergüenza de andar con su tía?-Pregunto.
-Oh, Vamos, me encanta salir contigo.-Dijo Harry y noto como un hombre miraba las piernas de Alice, manteniéndose aun a distancia. Seria mejor que se quedara allí.
-Cuando estas conmigo tienen demasiado miedo de acercarse a mi. Tú eres la mejor en mantener lejos a mis fans.-Dijo Harry divertido.
-Eres tan dulce.-Le dijo Alice.
-Todavía recuerdo lo que hiciste cuando un hombre…-Empezó a decir Harry, pero Alice no lo escuchaba mas. Sus ojos captaron un artículo sobre una persona.
“Black sigue en libertad.” Las manos de Alice temblaban al igual que en el día en el que leyó titulares como: “Black causo la muerte de los Potter” o cuando el titular de “Black escapo de Azkaban” lleno a todos los periódicos.
La vista de Alice se centro en la foto del hombre, que gritaba sin voz, estaba sin afeitar y no pudo evitar morderse el labio. Cuando se las arreglo para cerrar el periódico, noto que los carteles de “Buscado” estaban por todas partes: en las paredes, en las vidrieras, en los postes…
No podía escapar de lo que veía y comenzó a sentirse mareada.
-¿Alice?-Harry la despertó de su transe mental con una voz preocupada. -¿Esta todo bien?
-Si.-Suspiro, para tomar una respiración profunda. –A veces cuando recuerdo muchas cosas de golpe, me da un poco de dolor de cabeza.
-¿Quieres volver a casa?
-No seas idiota, tengo una cita…-Ella trató de sonreír.
-¿Estás segura?-Inquirió Harry, preocupado.
-Si, Harry… solo entra a la tienda y busca comida para la lechuza. Yo te esperare aquí.-Ordeno, con una sonrisa y Harry entro en la tienda más cercana.
Jadeando, Alice se dio cuenta, después de unos segundos, que lo que tenia enfrente era uno de “estos” carteles. Ella estaba mirando hacia sus ojos azules originariamente, ahora grises. Volvió a perder la respiración y busco respirar nuevamente. Toco la cara del hombre de la foto y miro debajo de la foto: “Sirius Black”
Jones apoyo su cabeza en el cartel y se quedo alli, de pie sin moverse durante unos minutos, con los ojos cerrados. Ignoro la mirada atónita de los transeúntes.
-¿Alice? ¿Qué haces?-La voz de su ahijado la despertó de aquel extraño trance en el que se encontraba.
-Nada, me sentí mareada, pero ya estoy bien.-Se justifico.
-Te ves pálida.-Harry incluso parecía sospechar acerca del cartel, pero no encontraba el hilo conector entre el hombre del cartel y Alice.
-Harry, no empieces de nuevo, por favor.-Imploro la mujer.
-¿Cómo no quieres que empiece de nuevo si todas las mañanas te despiertas con lagrimas en los ojos y mareada?- Ella no respondió.
-Vamos a ir a Ollivander.-Dijo ella, poniendo fin a la conversación y empezó a caminar hacia la tienda.
-Alice.-Dijo el, deteniéndola. Harry la miro, fijamente y luego volvió a mirar el cartel, ni la cara ni el nombre del hombre le decía nada, pero al ver que Alice se alejaba caminando, empezó a seguirla. Quería decir algo más, pero al notar la expresión de Alice no tuvo el valor suficiente. Entraron, antes de lo esperado a la tienda de Ollivander.
-Lo que ven mis ojos, una luz de sol en un dia nublado, la bella Alice Jones.-Ollivander le dio la bienvenida muy alegremente. Jones no podía ser grosera con el. Durante unos segundos de silencio, se calmo un poco y le dirigió una sonrisa.
-Me alegra verte, Ollivander.-Le contesto ella. Harry se sorprendió y tuvo un poco de miedo por el cambio de humor de su madrina. Ella podía recuperar la compostura rápidamente y pretender que nada había pasado.
-Buen día señor Ollivander.-Saludo Harry.
Jones, en ese momento sacó su varita del bolsillo de su capa y la puso sobre el mostrador, sin dar ninguna explicación a Ollivander.
-Seria más fácil comprar una nueva, Al.
-Me sentiría mal haciéndolo.-Respondió ella suavemente. Ollivander termino de examinar la varita.
-No tuvo piedad de él, señorita Jones.
-Olli…-dijo, señalando discretamente a Harry. -¿Cuándo estará lista?
-Algo así como quince o veinte minutos.
-Genial.
-Dumbledore te esta esperando.
-Genial…-Repitió con menos entusiasmo. Ella miro a su ahijado que sospechosamente dejo la revista que tenia en su mano.
-Nos encontraremos aquí en unos minutos. Compra lo que necesites y nos iremos a casa.
-¿Puedo ir…?-Pregunto Harry.
-No.-Dijo Alice, cortando su pregunta. –Vigílalo, Olli y no dejes que lea esta basura.-Dijo y levanto la revista que Harry había leído hacia un rato y añadió: -Quiero decir, vamos… los niños vienen a tu tienda.
Ollivander parecía confundido, no recordaba ninguna revista erótica sobre la mesa.
-Por favor, tu tienda es demasiado buena para revistas de Rita Skeeter.-Explico Alice con una sonrisa y miro a Harry. -¿Y que te he dicho?
-No leer ninguna revista de Rita.-Recito Harry.
-Correcto.-Dijo Alice y salio de la tierra.
-Te tiene pisando tus talones.-Dijo Ollivander, divertido cuando Alice ya se había ido y Harry río.
-Oh si, pero uno ya se acostumbra a ello.
Mientras tanto, Alice caminaba hacia el lugar de la cita. Pensó en que Harry había estado hojeando la revista de Rita y se sintió algo molesta. Siempre le había prohibido leer los artículos de ella. Jones no quería que Harry descubriera lo de ella y Black, le había convencido de que todas las palabras de Rita eran una mentira.
Alice estaba preocupada, ya que Albus quería algo de ella esa mañana, cuando recibió una carta de el, informándola sobre esta cita. Lo peor de todo, es que a ella le daba la impresión de que iban a hablar sobre algo desagradable. Los carteles seguían apareciendo, por lo que bajo la vista lo mas posible, sin dejar de caminar.
Cuando entró en la posada, se fue en dirección a las habitaciones, haciendo caso omiso de algunos silbidos de hombres borrachos. Llamo a una de las puertas y cuando le respondieron, entro. Las habitaciones del caldero chorreante siempre eran iguales, estrechas, llenas de mubles y oscuras. Esta vez, no fue una excepción. Solo Dumbledore sentado en la cama, con ropa colorida y el cabello claro añadió algunos colores a la habitación. Levanto sus ojos hacia ella luego de unos segundos.
-Buenos días, señorita Alice.
-Buenos días.-Respondió ella con frialdad.
-¿Dejaste a Harry en Ollivander?
Ella asintió con la cabeza.
-Supongo que usted sabe que Black se escapo de Azkaban.-La mujer no respondió, pero Dumbledore sabia la respuesta.
-Estamos en una situación complicada. No tenemos ideas de cuales son sus planes, pero en cuanto a su carácter y los asesinatos podemos decir que ira tras Harry.
-Eso son solo ideas suyas.-Dijo Alice irónicamente.
-Pero Harry esta en peligro. Black puede…
-¡Basura!-Grito Alice de repente. –El nunca le haría daño a Harry.
-Cálmese, señorita Alice y siéntese, por favor.-Dijo Dumbledore intentado calmarla y señalando una silla frente a el.
-Solo quiero tomar prevenciones.-Dijo el.
-¿Usted quiere que yo le diga que debe tener cuidado con su pad…?
-Si.-El no la dejo terminar. –Por favor, siéntese.
Al final, Alice se sentó, rindiéndose ante las peticiones del viejo profesor.
-Me gustaría saber lo que sabe acerca de…
-Nada en absoluto. Yo no le menciono a su padrino.
-Creo que es hora de mencionarlo, dadas nuestras suposiciones.
-Sus suposiciones, Dumbledore.
-Mis suposiciones podrían cumplirse. Yo entiendo que usted tenga su propia opinión sobre Black, pero yo solo le pido que tenga cuidado. No se fíe de el, en primer lugar, hay que pensar sobre la seguridad de Harry. Le pido que use su cabeza y no su corazón esta vez.-Albus noto su indignación y agregó rápidamente: -Hay que entender que hay posibilidades de que el quiera encontrar a Harry, incluso no para hacerle daño, sino tal vez para conversar.
-¿Conversar?
-Así es. Por esta razón, hay que mantener a Harry vigilado todo el tiempo.
-Tiene trece años, no puedo estar pendiente de el cada minuto.
-Lo se, y hay una solución. Deseo que vallas con el a Howarts.
Alice dejo escapar una risa irónica, pero se termino silenciando ante la mirada de los azules ojos de Dumbledore.
-¿Y cual es el pretexto para ir a Howarts?
-Serias profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Me prometí a mi misma no ir a Howarts de nuevo.-Dijo cerrando los parpados.
-¿Ni siquiera lo harías por Harry?
-El va a estar seguro en Howarts. Usted estará allí con el. No puedo, en realidad… no puedo.-Dijo agachando la cabeza.
-Si esa es tu decisión, yo la respeto.-Dijo Albus, un tanto decepcionado.
-¿De donde saco esa idea?
-¿Qué idea?
-¿Qué idea señorita Jones?
-La idea de ponerme a mi como profesora en Howarts.
-Bueno, necesito un profesor de esa materia y usted tenia muy buenas clasificaciones.
-¿McGonagall sigue enseñando alli?
-Claro, como el profesor Flitwick, Hagrid, nuestro portero…
-¿Filch?
-Yo no creo que el se acuerde de ti, últimamente no recuerda nada.
-Aunque quisiera, no podría ir.
-Yo estaba seguro de que te negarías, al igual que hace dos años.
-Pero voy a tratar de nuevo el próximo año, tal vez un día algún profesor se quede con el trabajo.
Alice sonrío, al menos por un momento.
-Una cosa mas, Alice.
-Si de alguna manera, ustedes se encuentran… ¿crees que vas a poder manejar la situación?
-No se, siempre fue… talentoso.
-No me refiero acerca de sus habilidades, porque las suyas son tan buenas como las tuyas. Quiero decir, ya sabes… tu y el se…-Se aclara la garganta. -Quiero saber si no vas a ceder ante sus palabras.
-¿Usted sugiere que podría…?-Comienza a decir Alice, pero entonces alguien golpeo la puerta y se oyó la voz de Harry.
-¿Alice?-Pregunto el niño por detrás de la puerta.
-Usted planeo esto.-Dijo Alice a Dumbledore, que con una sonrisa, invito a Harry a entrar.
-Te dije que te quedaras en Ollivander.
-Ya lo se, solo quise traer tu varita, además después de comprar todo dijiste que me estarías esperando y al no encontrarte, pensé…
Alice bufo, cruzándose de brazos.
-Puedes sentarte, Harry. Alice tiene que decirse algo muy importante.-Dijo Dumbledore, mirando a Alice, la cual miro a su ahijado, que no se movía y comenzó a hablar.
-Harry… sabes… a excepción de tu tía Petunia, tienes a… bueno, no exactamente un miembro de la familia pero…
-¿Qué? ¿Intentas decir que puedo tener a alguien más?
-Si, tu padrino. El verdadero.
-¿Padrino? ¿Quieres decir que…? ¿Por qué aun no ha…?
-Estoy seguro de que viste las órdenes de detención. Están por todas partes en el Callejón Diagon.-Comento Alice y Albus le entrego a Harry.
-Ese es tu padrino, Harry.-Aclaro, Dumbledore.
Harry entendió, finalmente, porque Alice se había quedado mirando los carteles.
-¿El? ¿El que se escapo de la cárcel?
-Si, es el.
-Tienes que saber que el es el responsable de la muerte de tus padres.-Agrego Dumbledore y Alice le devolvió la vista, enojada.
-Todo lo que tienes que saber en la actualidad es que se escapo de Azkaban y es posible que busque…
-¿Matarme a mi?
-Es lo que intento decir… pero supongo que es posible también…
-¡Basta!-Grito Alice. –No es así.- Se volvió hacia su ahijado.
-Son solo suposiciones, Harry. Estoy segura de que no quiere hacerte daño.
-Pero el mato a mis padres ¿no?-Harry estaba confundido, no sabia en quien confiar y en quien no.
-Alice tiene su propia opinión acerca de Black y hay que respetarlo, Harry. Ella todavía piensa que es inocente y tu sabes que es una mujer muy obstinada, no puedo persuadirla de su culpabilidad.-Explico Albus.
-No es así, el era el mejor amigo de tu padre…
-Y el era su guardián secreto y revelo el secreto a Voldemort.-Termino Albus. –Incluso podemos decir que ha intentado encontrar a su señor. A partir de ese día, has estado viviendo con Alice.
-No haces las cosas más fáciles, Dumbledore.
-Y usted no ha mencionado las cosas más importantes, Alice.
-Bien.-Levanto la voz y el cuerpo. –Tendré cuidado. ¿O acaso usted piensa que cuando llegue Black voy a darle a Harry servido en bandeja? No soy tan entupida.-Grito ella.
-Yo no he dicho eso.
-Harry, vamos.-Ordeno tomando la mano de Harry.
-Tu principal debes es cuidar de Harry, si no quieres hacerlo… voy a encontrar a alguien mas.
Alice se detuvo.
-Piensa en eso.-Agrego Dumbledore.
Alice volvió a levantar la cabeza y abrió la puerta.
-Que tengas un buen día, Minerva.-Dijo Alice antes de cerrar la puerta y salir. Un gato gris, sentado en uno de los rincones oscuros se convirtió en mujer y le dio una mirada seria a la puerta por la que Jones había salido.
-Yo estaba seguro de que no se daria cuenta. Que niña perceptiva.
-Te lo advertí, Dumbledore. La mujer no te escuchara, ya sabes todo lo que paso entre ella y Black.
-¿Entonces porque no te uniste a la conversación para ayudarme? ¿Acaso tienes miedo de ella?-El se rio.
-No sea ridículo, simplemente no tengo lo necesario para pelear con ella.
-Ah, si… es una chica testaruda y tan fiel…
-Petunia seria mucho más fácil de controlar, algún hechizo y ella haría cualquier cosa.
-Si, seguro que seria mucho más fácil pero Alice no quiere perder a Harry.
Alice y Harry aparecieron en su jardín, junto a un edificio lúgubre de uno de los pueblos mágicos. Harry no tenia el suficiente valor para decir algo, hasta el estaba confundido e irritado también.
Alice se adelanto, para entrar en su casa por la puerta trasera, aunque Harry se había quedado atrás. Cuando se dio cuenta, tomo sus libros y corrió a entrar también.
Un hombre de mediana edad sonreía, alegre y le dio la bienvenida. Su rostro estaba marcado por cicatrices y arrugas.
-Rem, lo digo en serio… algún día voy a tener un ataque al corazón por aparecer así.-Exclamo Alice de pie junto a la pared de su propia cocina.
-No olvides que tú me diste la llave. ¿Cómo estas Harry?
-Hace unos diez minutos, bien… ahora no tanto.-Dijo el mirando a Alice, pero la mirada fría de esa, lo obligo a bajar la mirada.
-Dumbledore te obligo a decirle ¿no?-Pregunto Lupin, mirando a Alice.
-Remus, Black ¿quiere matarme?-Pregunto Harry directamente.
-No creo que sea asi.
-Pero Dumbledore dijo…
Alice resoplo.
-Dumbledore no era su amigo, casi no lo conocía.
Harry primero miro a Alice con sorpresa y luego a Remus, buscando con el una explicación.
-Black y tu padre fueron mejores amigos…
-Si, lo se y fue su guardián secreto pero lo traiciono.
-Esa es la versión que el Profeta ha decidido divulgar.-Agrego Alice.
-¿Ves? Es por esto que nunca te lo conté, sabia que ibas a reaccionar así. No importa, piensa lo que quieras.-Dijo al ver la mirada de Harry.
-Pero Alice…-Dijo Harry mientras ella llego hasta el lavaplatos y comenzó a fregarlos, buscando algo para distraerse.
-Hay que respetar la opinión de Alice, Harry.-Dijo Remus con voz tranquila. –Solo tienes que tener cuidado. Eso es todo.
-Quiero saber más sobre Black.-Exigió Harry.
El silencio se apodero de la cocina.
-Ya va a haber tiempo.-Dijo Lupin. –Alice es la que te tiene que contar esa historia, pero aun no esta lista.- En ese momento, Alice miro a Remus pero no se dicen nada. Una vez más, el silencio envolvió la atmosfera. Cuando Harry oyó que Alice se puso a llorar, se empezó a sentir culpable.
-Alice…
-Ve y empaca tus cosas. Tienes que ir a Howarts mañana.-Respondió ella con voz temblorosa.
-Alice, lo siento…
-No te preocupes… yo solo me pongo asi por los recuerdos…
-No quiero que estés enojada conmigo.-Dijo Harry mientras se acercaba a ella y la abrazaba, mientras Remus sonreía.
-Si yo fuera tú, reaccionaria de la misma forma. No voy a dejar que nadie te haga daño ¿de acuerdo? Ni siquiera Black.-Dijo ella mientras lo abrazaba y le pasaba la mano por el pelo, sabiendo que su cabello era incorregible.
-Ahora, por favor, ve a empacar y no te olvides de nada.-Dijo ella. El asintió con la cabeza y se marcho.
-Por lo tanto… ¿tu tienes aun esos recuerdos?-Pregunto Remus cuando estuvo seguro de que Harry no lo podia oir.
-Trato de vivir con ellos.-Respondió.
-¿Qué vas a hacer cuando Black venga aquí?
Ella rodó los ojos y suspiro.
-No tengo idea.-Respondió, honestamente.
-Yo te conozco… vas a hacer algo inteligente, lo que diga tu corazón.
-Es curioso, Dumbledore me dijo que no debía escuchar a mi corazón, que debía hacerle caso a mi mente.
Remus no hizo comentarios sobre el aviso de Dumbledore, pero sabia muy bien lo que significaba. Alice tendría que aclarar sus sentimientos ante Black.
-Yo me encargare de Harry en Howarts.-Dijo el, atrayendo la mirada sorprendida de Alice y explico:
-Allí necesitan un profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
-Si aparece Black, voy a hacer todo lo posible para proteger a Harry.
-Genial, gracias.-Dijo Alice con una sonrisa.
-Pero tu también me preocupas.
-No te hagas problema, el piensa que estoy muerta.
-Los periódicos actuales y Skeeter desmiente esto, ¿no te parece?-Dijo mientras levantaba el diario de El Profeta, con el articulo sobre ella.
-Te pedí que no trajeras a mi casa ningún artículo de Rita.
-Harry ya ha leído la nota de Skeeter sobre ti. Y si no lo hizo, lo terminara haciendo tarde o temprano.
-Prefiero tarde.-Dijo mientras Alice mientras con su varita quemo el articulo y tiro las cenizas a la chimenea.
-En fin, Alice… es muy probable que el te visite… tal vez necesites protección… puedo pedirle a Moody o…
-Voy a estar bien, puedo cuidar de mi misma. Un hombre en una habitación conmigo y con mi maldición… es una muy mala idea.
-Si tan solo…
-He aprendido como controlar ese hechizo, pero aun asi… voy a estar bien Rem. No te preocupes por mi.-Le dijo con una sonrisa.
-Bueno, ahora gracias a ti no tengo nada para leer mañana en el camino a Howarts.-Dijo Remus mientras miraba las cenizas del periódico y se echo a reír.
-¿Te vas a quedar a cenar?-Pregunto Alice y Remus asintió con la cabeza.
Luego de unas horas estaban los tres en la mesa, listos para la cena.
-¿Listo para Howarts?-Pregunto Alice a Harry.
-Se puede decir que si.-Respondió el.
-Remus va a ir contigo a Howarts, como un nuevo maestro.
-¿En serio?-Pregunto Harry.
-Alice se negó a hacerlo, asíque iré yo.-Informo Remus.
-¿Por qué no has aceptado, Alice?-Inquirió Harry.
-Me negué dos veces, Harry y voy a seguir haciéndolo. No quiero volver a Howarts.
La cena transcurrió tranquila y algo silenciosa. Cuando todos terminaron de comer, Remus se puso de pie.
-Bueno, me voy ahora, tengo que empacar mi maleta todavía. Vengo a buscarlos a las siete y vamos juntos a King’s Cross.
-¿Juntos?-Pregunto Alice.
-Así es, vendrás a despedirnos a la estación y sin peros.-Dijo Remus con una sonrisa y la mujer suspiro, rindiéndose.
-Además, Molly quiere conocerte.-Le informo Remus a Alice.
-Y Hermione y Ron también.-Contó Harry.
-Bueno, veo que habrá un linda presentación.-Dijo Alice mientras dejaba que Remus le diera un beso en la mejilla.
-Nos vemos mañana, Remus.-Dijo Harry y el aludido levanto y agito la mano para demostrar que lo había escuchado para luego marcharse.
- Comentario de la user:
- Finalmente, terminado el primer capitulo. Disculpen si me comi algun acento o demas! Espero que les guste.
Alecto Carrow*
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Re: Alice [Capitulo 1]
No pude parar de leer *-*
Cuando saldra la siguiente parte? ya quiero leer hahaha
eres buena (:
Cuando saldra la siguiente parte? ya quiero leer hahaha
eres buena (:
Lilian Evans
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Re: Alice [Capitulo 1]
Jajaja, gracias Lils!
Ahora voy a salir un rato, para cuando vuelva seguramente empezare a trabajar en ello...
Y prometo que saldras en el proximo capitulo!
Ahora voy a salir un rato, para cuando vuelva seguramente empezare a trabajar en ello...
Y prometo que saldras en el proximo capitulo!
Alecto Carrow*
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Re: Alice [Capitulo 1]
Oh yo saldre *-*
pero que cosa!!!
Ya quiero verlo
Yvale cuidate a donde quiera que vayas ^^
pero que cosa!!!
Ya quiero verlo
Yvale cuidate a donde quiera que vayas ^^
Lilian Evans
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Vie Abr 17, 2020 8:33 pm por Bellatrix Black
» Técnicas de Artes Oscuras (BLACK)
Vie Oct 12, 2018 3:29 am por Lord Voldemort
» PETICION DE ROL
Vie Ago 17, 2018 4:51 am por Romina Brown
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Miér Ago 08, 2018 4:25 pm por Bellatrix Black
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Jue Ago 02, 2018 4:45 pm por Invitado
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Miér Ago 01, 2018 10:38 pm por Rodolphus Lestrange
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Miér Ago 01, 2018 10:36 pm por Rodolphus Lestrange
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