Confesiones y algo más {Zach Belby}

por **Morag Mcdougal** Mar Jun 26, 2018 8:55 pm

Miraba el hermoso cielo azul lleno de estrellas, el cual parecía un manto de terciopelo con diminutos diamantes, desde la ventana de mi habitación. Un suave aleteo me sacó de mis pensamientos. Mi pequeño cuervo llegaba con una carta como respuesta a una que había enviado a mi madre unas cuantas horas antes.

Leí la nota de mi madre, en la cual decía que me extrañaba al igual que a Stephan, además mandaba muchos saludos a mi "Pandilla" como ella solía llamar a mis amigos en son de broma, y no podía faltar sus múltiples elogios a Amycus Carrow, un chico de mi casa, amigo de mi hermano y que para rematar pasa el día fastidiandome. Según mi madre es un chico muy guapo, de buena familia, por lo cual piensa que sería el chico perfecto con el cual podría llevar una relación. Bah! como me molesta esto.

Terminé de leer la carta, la guardé en el cofre donde solía guardar todas las notas y cartas de mi madre. Tomé mi vestido de baño, una toalla y me encaminé al cuarto piso, exactamente al baño de prefectos. El lugar ideal para descansar y despejar mi mente, lo último que necesitaba era pensar en todo el trabajo que había dejado el profesor Slughorn.

Entré al baño, cambié mi atuendo rápidamente y me introduje en la enorme tina que se encontraba allí. Me puse a divagar un rato en mi mente, hasta que susurre un conjuro que mi madre me había enseñado, solo debí hacerle unas pequeñas modificaciones. Hice aparecer unos cuantos cuervos en miniatura.. Por eso este conjuro era uno de mis favoritos... Me recordaban a alguien muy especial para mi «Zachary» Dije en voz alta aún con los ojos cerrados, pensando en aquel chico que permanecía constantemente en mis pensamientos... Zachary Belby

por **Zachary Belby** Miér Jun 27, 2018 12:29 am

La tarde se había pasado en un abrir y cerrar de ojos prácticamente, una tarde intensiva de prácticas en el campo de quidditch, ibamos mejorando, y atrapé la snitch en menos de 30 minutos... iba mejorando realmente en esto, si podía mejorar el que podamos ganar la copa este año era una realidad cada vez más palpable.
Dejé la Escoba en mi habitación y revisé los pergaminos que dictaban los deberes, pero tal como pensaba, todos estaban al día, podría decirse que hoy todos mis deberes estaban al día, dí de comer a Swaiyun y tomé una toalla y algunos elementos de higiene personal para meterlo todo en un bolso... no andaría con mis cosas por las escaleras y los pasillos.
A medida que avanzaba hacia el cuarto piso saludaba algunos de los estudiantes de primer año que se encontraban dando vueltas, como prefecto debía de estar al pendiente de ellos pero... vamos creo que merecía un descanso.
El baño de prefectos, hace ya un buen tiempo que no venía por este lugar la última vez había sido por pocos minutos y fue realmente para eso, un simple baño ya que rápidamente debía unirme a las prácticas para el consiguiente partido con hufflepuff del cual salimos victoriosos, pero en todo eso era algo en lo que no quería pensar, Quidditch, tareas, niños de primero que aún no se acostumbran a la vida del castillo o quieren hechizar más de la cuenta, por si fuera poco son los que más tienen planteada la rivalidad entre casas, tal vez por tener "fresca" y a flor de piel aún el veredicto dado por el sombrero, algunos creyendose estar en un lugar mejor que algunos otros, pero todas las casas tenian sus puntos fuertes... y ahí estaba una vez más pensando en cosas con respecto al trabajo de prefecto, necesitaba la mente en blanco si relajarme era algo que esta tarde quisiera conseguir... aunque si había algo que no podía escapar de mi mente ni por un segundo, aunque más que algo... alguien.

-Morag.-

Escapó de mis labios en un leve susurro, y así como terminé de nombrarla una sonrisa se situó en mis labios, talvez más tarde vaya a verla, aunque siempre que estoy cerca de las mazmorras es inevitable que un grupo de sus compañeros de casa quiera venir a fastidiarme y no los culpo todos saben que cualquiera que se pase por allí sin pertenecer a slytherin es una invitación abierta al bullying por así decirlo, pero eso a mi no me importaba... aprendí a ignorarlos si era por estar con ella aunque sea unos momentos.
Sonreí una vez más y abrí la puerta del baño de prefectos al cual había llegado rápidamente, sumergido en mis pensamientos dejé la el bolso en uno de los estantes junto a la puerta y comencé a quitarme el suéter y a desabotonarme la camisa en cuanto giré y noté que había alguien de espaldas, una chica, por lo cual me detuve y comencé a abotonar mi camisa rápidamente aunque con algo de torpeza por la velocidad.

-Yo... esto... no sabía que había alguien aquí... puedo volver más tarde.-

Al terminar de hablar y abotonar mi camisa también observé mejor a la chica y noté que conocía ese cabello, bah la conocía a ella.

-¿Morag?-

por **Morag Mcdougal** Miér Jun 27, 2018 3:47 am

La noche solo era mía, hoy no tenía que hacer ninguna ronda como prefecta, no me apetecía molestar a mocosos de primero ni mucho menos fastidiarle la vida a alguno que se me cruzara por en frente. No podía sacar de mi cabeza ese nombre, ese chico, esos ojos. Suspiraba cada vez que debía hablar con el o tan solo en el hecho de pensar en el. El aleteo de los cuervos en miniatura me relajaban bastante por lo que cerré mis ojos y dejé que mi mente divagara un rato, la verdad es que lo necesitaba bastante. Necesitaba distraer mi mente con algo más que pensar en su sola presencia, pero por más que lo intentaba no lograba hacerlo.

Comencé a recordar mi primer día en el castillo, estaba realmente emocionada por comenzar una nueva aventura, aprender los hechizos de los que mi madre solía hablarme. Cruzar el Lago Negro junto a todos los chicos de primer año. Llegar a la entrada del Gran Salón y esperar ansiosa a que nos dejaran entrar y nos asignaran la casa en la que estaríamos por los próximos siete años. Pero lo que más recordaba de aquel día era el haber conocido a un chico muy agradable, un chico con ojos de un color azul, tan azul que te hacían recordar el mar.

La tina estaba llena de burbujas y por suerte Myrtle no había pasado a molestar como era su costumbre, por lo que decidí quitar la parte de arriba de mi vestido de baño. Me volteé para dejarlo a un lado y noté que había un chico desvistiéndose. Quedé casi petrificada al ver de quien se trataba, mis ojos no podían creerlo. Parecía como si con solo mencionar su nombre invocaba su hermosa presencia. Mis cuervos desaparecieron con mis nervios y al mismo tiempo noté que estaba casi desnuda por lo que sin hacer el menor de los ruidos me di la espalda y volví a acomodar mi traje de baño. Su voz retumbo en mis oídos, se había percatado de mi presencia y no pude evitar que mi cara se pusiera como un tomate.

Sin voltear mi cara tomé aire y lo boté rápidamente para que no notara mi nerviosismo. Lo último que quería era que se diera cuenta que ya había notado su presencia «Zach... Hola. No... no te vayas» Y si quería no mostrarme nerviosa no lo había logrado para nada. «Yo... ya casi me iba» Dije suspirando mientras me ponía de pie y salía de la tina sin poder evitar perderme en sus ojos hipnotizadores.

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